No se conocían prácticamente de nada, pero en cada mirada se podría comprobar como el cariño era único, como si cada parpadeo fuera una caricia... Pero todo lo bonito les era arrebatado: los muros cayeron al hacerse débiles, pensando que no necesitaban protección el uno del otro. Tan mala suerte tuvieron que cayeron los escombros encima de cada uno. El muro de él en el de ella, y el de ella en él...
Pero fueron felices ya que fueron capaces de compartir sus mayores temores y superarlos.
3 comentarios:
Pero fueron felices...
¡Me encantó!
(M)
Todo por un muro... Es muy bonito :) Te sigo! Te dejo aquí el enlace de mi blog por si te gusta :)
Un beso!
http://somosunahistoriareal.blogspot.com.es/
La chica del comentario de antes jijiji
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