31/8/10

Con dos de azúcar, por favor.

Suena el despertador. Lo apago.

Siempre me ha gustado remolonear en la cama por la mañana. Quedarme sin hacer nada, mirando el techo y dando vueltas.
Quejarme al levantarme.

Ir directa al comedor y verte ahí. La mesa está puesta, y el desayuno - muy elaborado - esperándome.

Me acerco a ti y te doy los buenos días con un beso en los labios, más uno de regalo.

Los dos nos sentamos, frente a frente. Enciendo la televisión; pero no evita que mantengamos una conversación.
Mientras tú hablas, yo tomo el café.

Sonrío, e intento que no la veas; porque no la puedo evitar. Me sale de la felicidad de verte a mi lado - o delante mía, concretamente.
Mis ojos, con sombra negra de la noche anterior, no dejan de observarte. Mientes al decirme que estoy preciosa por las mañanas, aun con el maquillaje corrido.

Nos levantamos. Empiezo a recoger las cosas, y tú, abrazándome por detrás, me dices que me quieres.

Sería maravilloso vivir una vida así, supongo. Lástima que nunca pase, porque nunca me ha gustado maquillarme.

28/8/10

Ahógame con el aire

Que estás a oscuras y no te veo. Enciendo una cerilla y mis ojos no se adaptan nunca a la luz. ¡Auch! Me quemo con cada cerilla que prendo. Tontamente, tengo los dedos llenos de ceniza, el alma con quemaduras y los ojos rojos del dolor.

Busco a tientas. Acaricio la pared con las manos. Escucho sus pensamientos. Está cerca.

Te he encontrado. Pero sigo sin verte.

Intento sentirte, pero las yemas de mis dedos se han quedado sin sentido. No me rindo.
Mis manos bailan en tu cuerpo. Las tuyas me hacen cosquillas. Río. Reímos.

Tengo miedo. Has dejado de tocarme. No te percibo. Odio la oscuridad.
Oigo ruidos. Pisadas fuertes.
Quiero huir, no sé dónde. Echo a correr y los ruidos corren conmigo. Choco con las paredes pero quiero atravesarlas y huir al vacío.

Cógeme de la mano, por favor, cuando vaya a caer y sálvame.
No. No lo hagas. Déjame caer.

Atrapadme. Hacedme daño...Basta.
Me empuja y me dice "no es por aquí"

Ella sigue teniendo pesadillas por las noches, mientras una máquina respira por ella sujetándola a la vida, mientras ella se decide entre morir por si misma o vivir estando muerta.

14/8/10

Capullos en flor

Tengo una espinita. Pequeña, débil y sin color. Dadas sus características, ni tan solo yo me acuerdo de que está ahí. Sólo cuando empieza a clavarse sin querer.

Al abrazar siempre voy con cuidado. Un apretón muy fuerte podría hincármela del todo, y no sólo yo sufriría sus consecuencias. Pocas veces esta espinita se divide y se clava en el otro ser que ha querido dar cariño. Son traicioneras y no tienen reparo en los seres humanos.

Últimamente, me fijo más en ella. Está enfadada, me hace daño, me quejo en silencio e intento no pensar en ello. Se agarra con fuerza.
Sé que está confundida. Echa de menos una rosa donde encontrar a más compañeras como ella...Pero me gusta su soledad y quiero tenerla así más tiempo.

No llegará el fatídico día en que me abracen tan fuerte que vuelva a aquél oscuro y latido lugar. Pondré coraza de hierro...
...me vendaré los ojos
...cerraré la luz
...no oiré su voz
...no sentiré su delicadeza

Me hipnotizan tus pétalos; pero mis sentidos caerán rendidos a mi razón.

6/8/10

Principio, nudo y atragantamiento.

Últimamente el diccionario no me es de gran ayuda.
Busco definiciones - sí, siempre buscando significados - y no hay nada que se acerque lo más mínimo a lo que sería el principio de mi aturdimiento.

La enciclopedia que coge polvo en mi estantería ya está algo atrasada. Quizá sea ese uno de los motivos por lo que tampoco aparece algo que me sea de ayuda. O quizá me estoy excusando por él.

Tras varios días y experimentos, está claro que al tener una personalidad tan antagónica, la respuesta/ definición/ significado/ sólo puede estar dentro de mi propio caos.

Ahora solo queda anunciármelo. O negármelo.

Ese encanto que hay, y a la vez, esa lejanía...me...

Argh!
Soy como un gato con una bola de pelo en la garganta.