Me pierden los sentidos.

No pretendo generalizar, pero es la forma de sentirse seguro: haciéndote creer que alguien más pasa por lo mismo que tú. Así que eso haré, engañarme.

Nos movemos por el miedo, el miedo de lo que podemos perder, de lo que no podremos alcanzar, del daño que nos podrían hacer, el miedo de no ser capaz de expresarse. Sí, eso, el miedo de no ser capaz de expresarme.

Tengo pavor de no saber expresar el miedo que me provoca que lo que hago por gusto para otro sea una obligación. Tengo seguro, sin generalizar, que nunca he hecho las cosas que me complacen por obligación, porque por obligación, es cuando no me enorgullecen, cuando dejan de hacerme sentir bien. Cuando hacen que me entre el miedo otra vez.

Creo que va quedando claro de qué quiero hablar y de lo que intento expresar, ¿no?

La envida, el miedo... Me superan.