20/2/14

El mundo que se dio la vuelta.

Hay momentos en los que solo quiero gritar, llorar, correr, huir y desaparecer.
¿Por qué?
Por raro que parezca, y por muy al contrario que se asemeje a vosotros, me duele no poder compartir mis alegrías.
Sí, exacto. Todos nos quejamos de que nadie oye nuestras penas, que nadie nos comprende... Pura negatividad al cuadrado.

El mundo ya tiene bastantes desgracias y a veces, me apetece pintarlo de algún color brillante que haga desaparecer o calmar todo ese sombrío diario. Pero nadie oye. Nadie escucha.

Todos queremos desgracias porque es lo que más se oye ahora. ¿Está de moda estar triste?

Con esto no quiero decir que no debamos expresar nuestras pesadillas, ni mucho menos. Pero que puestos a compartir, compartamos también lo bueno para transmitir alegría.
Puestos a compartir, compartamos momentos de escucha activa.

¿Alguien quiere escuchar mi pincelada brillante color naranja?

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