30/7/14

Cristales rotos.

Y entonces recuerdo, y se me clavan las ideas, las imágenes, los latidos del corazón.
Eras genial, reflejabas felicidad, paciencia, inquietud... Ahora si miro, si me miro, veo un espejo roto. Realmente, tras un tropiezo, no he dejado de caer al vacío y lo de mi alrededor parece que se desmorona.

¿Quién maneja mis hilos?
Hace mucho que simplemente me guío por la intuición y el disimulo. Parece el camino más acertado, y el que trae más problemas.

Puede ser que, tal como pasa, mire en un futuro el hoy y vea todo positivo y bueno, eso significará que ha ido todo a peor.
Que cada año voy a peor.

Las miradas nos engañan y estas sensaciones no se escampan.

25/7/14

El café de la reflexión.

Estoy llena de cicatrices; algunas visibles, algunas metafóricas y otras hechas de un material temporal.

Aquellas que se ven me hacen sentir bien, prueba de que he superado momentos difíciles capaces de marcarme y de hacerme recordar los peores momentos con alegría. Y, sinceramente, creo que me hacen más bonita.

Dentro de mi, hay muchas que no se pueden ver pero que yo siento muy a menudo. Hay cosas que nunca se superan y las heridas se abren con facilidad. He de reconocer que me rodeo de las mejores personas y, que sin darse cuenta, hacen que mis heridas sanen y dejen una marca. Una marca que fácilmente sangra, pero que rápidamente cura. ¿De que sirve derramar todas las lágrimas rojas de mi interior? Simplemente harán caer al siguiente.

Las últimas... Son las más especiales hasta que desaparecen sin dejar cicatriz.
Aquellas que creía importantes, aquellas que son una caja llena de momentos que se van viviendo durante mucho tiempo y que se me clavan, formando parte de mi. Y un día, se va, y la caja con ella, arrancada de mala manera dejando un vacío que sangra, que duele, que me hunde y que... En cuestión de días se cura, y que solo me deja algún momento de nostalgia.

Ninguna caja me ha marcado dejándome cicatriz. Tengo la habilidad de curar amores arrancados.

Todo esto me hace ver que, en realidad, lo más importante de mi vida son mis amigos y mis metas.

Sé que no leerán,  pero he de decir que mis amigos son mi mayor tesoro y si un día se van, estoy segura de que dejarán una caja de recuerdos que al llevársela con ellos dolerá mucho; porque son las personas que más quiero y las que me han sujetado, cada uno a su manera, para que no caiga.

Mil gracias.