Puedes vaciar una caja pretendiendo llenarla de cosas mejores, tirar los objetos que adornan tu estantería para apartarla de la vida. Puedes quemar las fotos y hacer de esas cenizas un lugar ideal para las lágrimas amargas... Mientras, prometes no repetirte, no ilusionarte, pues en la esperanza está el dolor, en sus ojos la vida y en tu basura tu felicidad.
Arrancar las hojas.
Empezar de nuevo.
Prometes no adornar con nada que te recuerde a alguien y aparecer en el descosido que todos olvidan.
Tu dolor no te ha enseñado nada más que ser malo y atarte con la cuerda equivocada, mirar por ventanas que no son tuyas y empezar películas sin guión.
Tu vida siempre ceniza en el corazón, sin forma de volver. Te abandonaste y abandonarás, porque uno no olvida aunque elimine las pruebas.
Aprender del buen camino es una opción, tanto como salirse de éste.
Deja que el viento esparza tus restos donde crea... Y déjate llevar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario