Los lobos más viejos siempre viajan delante de la manada, seguidos de los más fuertes.
Los fuertes ven su futuro, próximo o lejano, delante de sus ojos, constantemente.
Por débil que seas, siempre tendrás a personas fuertes detrás que te apoyan, te guían, siguen tu ritmo, pero nunca te superarán, porque te respetan.
Casi todos nuestros quebraderos de cabeza vienen de atrás, muy atrás. Todos hemos pasado por cosas desagradables, y si a día de hoy estás leyendo esto, es porque hasta lo más doloroso no consigue matar a nadie. Pero sí te consume día a día.
Tenemos demasiado tiempo para pensar en el pasado, en intoxicarnos, en sentirnos culpables por lo que pasó, hicimos o nos hicieron. ¿Acaso te sirve de algo?
Puede marcarte, pues todo deja cicatriz, pero no hacerte dejar de vivir intensamente.
Sonríe, ama, grita, llora, cáete, levántate, imagina, sueña... Vive el ahora. Aprovecha el ahora.
Apóyate en aquellos que te empujan, porque a veces, nosotros mismos no podemos. Rompe el mito de que todos somos lobos solitarios.
Si el pasado no es tu presente, ¿por qué decide tu futuro?
Haz lo que sientes y lánzate, total, todo queda atrás, en el pasado.
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