Este era nuestro último día ya en Kyoto... Pues al día siguiente salíamos ya rumbo a Mallorca.
Tras hacer las maletas por la mañana, las dejamos en el ryokan para poder aprovechar el día. Lo primero que hicimos fue ir a la Estación de Kyoto para, primero saber dónde se cogían los buses que te llevaban al aeropuerto y, segundo, reservar ya los asientos para éste.
Ya una vez con todas las "obligaciones" hechas, pusimos rumbo al mercado de Nishiki.
He decir que fuimos porque estaba cerca y siempre va bien aprovechar el último día para comprar cosas que no has comprado antes... Pero la verdad, me gusto muchísimo, os recomiendo mucho ir. El mercado de Nishiki digamos que es un mercado cubierto muy alargado, pero que una vez sales de ese, entras a otro mercado cubierto, y a otro, otro... Una vez entras, no sales. Hay cosas muy buenas para comer, muuuuuuuchas tiendas de artesanía, de palillos (¡tiendas solo de palillos!) donde nos hicimos unos palillos con nuestros nombres grabados, tiendas frikis, de música, de sellos, camisetas... ¡Y de pegatinas! La tienda se llama B side label y tienen unas pegatinas, chapas, camisetas etc que son una pasada.
Dentro del mercado hay máquinas purikura... Que parecen salas recreativas, del ruido a todo volumen y de lo espectaculares que son las máquinas.
La verdad es que se nos pasó la mañana y parte de la tarde volando ya que es imposible aburrirte ahí dentro.
Ya por la tarde/noche volvimos al ryokan a buscar las maletas para esperar el bus del aeropuerto. Ay, ya estábamos con toda la pena al llegar... ¡Pero había una tienda Pokemon! ¡Y un 7eleven! Queráis o no eso hizo la noche un poco más amena.
Pasamos la noche en el aeropuerto y al día siguiente, con muchos contratiempos por parte de la compañía Jetstar (no os la recomiendo para nada, no sabían ni lo que era Madrid) conseguimos volver a Mallorca gracias a la chica de Iberia que nos atendió donde hicimos escala y nos resolvió todos los problemas. Esa chica tiene un hueco ganado en mi kokoro.
Y hasta aquí la última entrada, la más "aburrida" de todas, pero la verdad, no me paré a hacer demasiadas fotos ese día, ya que, aparte de ir cargados con mil compras, prefería disfrutar al máximo del último día.
He de admitir que es el viaje que más me ha gustado, que más he disfrutado y es el lugar al que volvería ya mismo. Japón, me has enamorado.
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