Solo palabras

¿Solo? Son la peor arma que el hombre haya podido crear.

Tengo el cuerpo lleno de arañazos, heridas latentes y morados... provocados por ellas.

Tu, que siempre has ido de ser el mejor conmigo, eres quien más palizas me has pegado... Algunas cicatrices están a la vista y te recuerdo constantemente en mi locura y desenfreno. No sé que hacer contigo.

Cada noche le rezo a un Dios que no existe, que he creado supuestamente para mi; a mi imagen y semejanza. Pero, por eso, ha salido defectuoso: es un Dios que funciona a pilas, y alguien más debe de estar usándolo... porque para mi, siempre las tiene descargadas.

Todos mis rezos se los traga el universo.