Últimamente me ha tocado vivir varias experiencias que me han hecho pensar que esas personas que tanto adoro se iban... Pero que se iban para no volver jamás. Cómo odio esa palabra.
Personas que de pequeña veía fuertes, increíbles, cariñosas y que daban por mi su vida... Y es como que, ahora que ya he dejado de ser una niña pequeña, y ya me han dado todo lo que tenían por darme, se han de ir. Y no me gusta esa idea.
Las personas nunca dejarán de darnos lecciones, experiencias, risas, llantos... Es imposible ver el final al infinito. Es imposible que esos héroes que han arrastrado barbaridades a sus espaldas lo mejor que han sabido, se tengan que ir.
De verdad deseo que sus vidas sean eternas, que no nos dejen... Aunque el tiempo se ponga en contra.
Las personas viven en las historias que contamos sobre ellas, pero qué mejor que ellos estén ahí para escuchar si las cuento bien.
Todo queda a merced del tiempo.
1 comentario:
La vida al final es eso, experiencias y recuerdos. No nos queda otra que asumirlo y recordar con alegría y gratitud a esas personas que nos dejan huella.
Sé fuerte.
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