27/10/09

Cambio climático-emocional

Puestos a abrir la Caja de Pandora, abrámosla del todo.

Mi reflejo permanece empañado, esa abertura ha creado tormentas. Y aun después de haber sido cerrada, permanece la tempestad. Y es que no se calma eternamente si las luces la siguen llamando.
Existen días sin borrascas ni nubes, creadas por el perturbador, y tan instantáneas como vienen, deseas que permanezcan para la eternidad, que no cambie, que siga igual – aunque quieras, en el fondo, que cambie el viento hacia la dirección que tú buscas. -

Los anticiclones no son estables. Tan confusos como la mente humana.
¿Qué le preguntarías al viento? ¿Qué te dirá la Luna cada vez que la mires? ¿Qué entiendes por felicidad?

Y no entiendo al tiempo, no entiendo los suburbios de la mente.

En el fondo, sé que hay calma y que no hay de qué quejarse…que es el viento de años pasados el que sopla con fuerza y mueve lo que debería descansar. Colocan borrascas donde no deberían…y hacen que abra donde duerme el ojo del huracán.

19/10/09

Deshacer(me)

Un papel en blanco frente a mí. Frágil, puro e inocente.
Un lápiz en mi mano como arma. Listo para mancillar, martirizar, ensuciarlo.
Yo, mi enemigo.
Consecuentemente, me tendré que afrontar a la realidad.
Escribirla, es iniciar la batalla.
El método para entenderme, para verme, para plasmar y analizar las ideas ilustradas.


Y ahora, son todos tan distintos. Sí, me sigue persiguiendo esa característica tan mía, pero sin la dramatización.
Desapareció.
Veo, entonces, esa realidad tan alejada del mundo que tenía. Esos cuentos que escribía, las malas ideas.
Rabia, ira, tristeza. Agua con sal.
El suelo estaba muchos metros alejado de mis pies, de mis pasos, de mi camino.

Pasado. Vendas, telones, muros…dejarse llevar sin preocupaciones. Acatar las consecuencias.
Qué cercano me sigue pareciendo eso.

Podría comparar. Pero… ¿para qué? Sólo basta observar. Nada es igual, y en el fondo, prácticamente nada cambia.

Presente.
Tuve que partirme en mil pedazos e iniciar el rompecabezas. Un proceso de meses.
Como un fallo en el sistema, errores por tantos lados; tantas cosas buenas bloqueando la salida…
Y aun ahora, el "reseteado" no es perfecto. Tampoco pretendo eso. Me gusta mi imperfección. Mi imperfección presente. Claro está que podría mejorar, pero, hay que resignarse cuando la potencia todavía está lejos. Mi impaciencia nerviosa, paciente.
Y ahora totalmente aplico el manual de vida escrito por la que la vive.

Pero, una vez – por fin – completado el proceso, vi que faltaba una pieza. Antes de empezar a construirme ya estaba prevista esa falta.
Una pieza que no tengo yo.

Paciencia (más, todavía)

Caminando en tierra firme.

18/10/09

Momentos a evitar

¿Has escuchado aquella canción?

Esa en la que los deseos y las ilusiones están latentes. Y aunque el viento siempre choca con fuerza contra ellos, sus raíces son más fuertes.
Con el tiempo, la erosión empieza a hacer efecto sin poderlo evitar, y cada día son más débiles. Intentas fortalecerlas.

Hay días en que lo consigues aún siendo un proceso largo y doloroso.

Llega el final de esa melodía, ¿sigues sintiéndola? El momento donde el sol carga al completo esas energías que parecían desaparecidas. Pero, el mínimo movimiento externo hace arder en rabia e impotencia. Hace que quiera destruirlo todo; de forma incompleta.

La semilla nunca ha llegado a desaparecer.

Si no la has escuchado y oyes algo parecido, apaga la música a tiempo.

2/10/09

El mundo se repite

Haré que el tiempo vaya hacia atrás.

Volveré a aquel escaparate, aquel que un día fue mi casa.
La gente pasará, me observará; pero no se fijarán realmente en mí, mirarán lo que se expone nada más.
Estudiarán y criticarán mi fachada. Me analizarán y creerán conocerme a través de ese cristal que me aparta del mundo.
Que me aísla.
Que me separa de lo que llaman ser humano.

Permanezco quieta, pues creo que así el mundo también parará.
Dejo la mirada perdida. No me interesa ver que hay fuera. Es lo de siempre. Pero, el mundo está en constante movimiento, y un nuevo objeto, ser o divinidad apareció ante mí.
Por primera vez en mucho tiempo, me pude ver reflejada nítidamente.

Por primera vez me vi como la gente me veía, vi como era mi mente.
Por primera vez, vi que no era exactamente como los que me observaban…

Y otra vez, no me sentí igual.