Cada noche te protejo en tu cama. Me abrazas, tu duermes, yo lucho contra los monstruos. Amanece y sigo a tu lado.
Te vas, a veces juegas conmigo: me tiras, me usas, me apartas.
Yo por la noche te sigo protegiendo.
No veo nada en este lugar, ya no vienes, no me necesitas. ¿Y todo aquello que vivimos? Lo que antes hacías conmigo... Lo haces con otro. Sin avisar, sin decirme nada.
Oscuro.
Te espero, sin dicerte nada, por si un día ves que los buenos somos los que permanecemos.
Quizá pasen años, pero crecerás, y vendrás a buscarme... Pero puede que ya me haya cansado.
No ganas nada ocultando, no ganas nada quitándome la ilusión... El que ya ha perdido eres tu.
1 comentario:
Qué triste...
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