Llueve y tengo las ventanas abiertas.
Tengo puesto mi gorro de lana favorito, tres pares de calcetines y una chaqueta polar. Mis piernas están desnudas. Son pálidas y me dan asco, pero no quiero taparlas.
Alguien enciende la luz de la habitación. Me molesta.
- ¿Se puede saber que haces? Son las tres de la tarde, llevas todo el día en la cama; ¡y mira que pintas!
- Yo estoy bien, Esteban. Apaga la luz y vete.
Apagó la luz, pero él se quedó dentro de la habitación.
Se metió en la cama conmigo, y jugamos a fingir que nos queríamos.
Esteban es mi hermanastro, siempre ha sido algo putero.
Yo me dejo querer por cualquiera.
- No me destapes, hace frío - le dije cuando al terminar me enrollé como una crisálida en el edredón.
- ¿Hoy no piensas salir tampoco?
Es cierto. Llevaba un mes en aquella habitación. Encerrada en ella, y en mi.
- No, hoy tampoco tengo fuerzas.
- Hace un momento a mi no me lo ha parecido - dijo con una sonrisa en la cara, que le iba de oreja a oreja.
Durante unos minutos, ninguno dijo nada. Yo le daba la espalda, mientras él me abrazaba. Al final se debió aburrir y se fue.
Aproveché para vestirme. Me puse la ropa interior y unos pantalones vaqueros. De esta manera, me volví a tumbar, pero debajo de la cama. Ahí, donde viven los monstruos.
Asomé la cabeza para mirar al techo. Con la cara sin expresión y con los ojos muy abiertos - bueno, también es que los tengo grandes. Miraba la lámpara que colgaba del techo fijamente y pensé que pasaría si se me cayera encima.
Nada. No pasaría nada. Todos los días son iguales, esté o no esté yo.
12 comentarios:
dolería más de lo que te duele el coarazón ahora, así que apartate, anda, y intenta (intenta sólo) sonreir. aunque atormente, ya lo sabes:)
Que no te den asco tus piernas!!!!!!!!!!!!! Y sal de la madriguera!! jejeje. Saludos!!!!!!!
No creo que todos los días sean iguales. Y también pienso que todos somos queridos por alguien, aunque sea un amigo, la familia, etc..
Como dice Ignacio, hay que salir y ver el mundo ù.ú
¿Quedarme yo en casa habiendo huecos de Palma por fotografiar? Ni loca! jajaja
*Esta historia es de ficción...cualquier parecido con mi realidad, es pura coincidencia (y sólo hay un par)
La coincidencia no será lo del hermanastro? =O
La nata es (según mi madre) nata montada azúcarada que venden en unos botes o___o Espero que te valga y hagas lionesas! ò.ó Yo quiero probar las tortitas =(
Uhm, una historia de tendencia existencialista, aunque yo creo que muchas veces he tenido ganas de hacer lo mismo (quitando lo del hermanastro, claro :P).
El techo se suele caer muchas veces encima, y no tiene por qué ser físicamente; de hecho es raro el día que a mí no se me cae.
la última frase me ha recordado mucho a lo que dicen que, si un árbol se cae en medio de un bosque sin nadie, también hace ruido
debajo de las mantas seguro que hay esa persona tan especial que un día saldrá al mundo y se lo comerá...
genial, genial... todos nos dejamos querer por cualquiera, a veces.
si se te cae la lámpara encima, no digas que todo sería igual.
quien miraría al techo al día siguiente?
Irene, em sap molt de greu dir-te que, quan he començat de llegir el teu text, he hagut de deixar-lo. M'ha sortit una espècie d'urticària degut a la calor que ha pogut amb mi...
"Tengo puesto mi gorro de lana favorito, tres pares de calcetines y una chaqueta polar."
La chica del relato me parece afortunada. Seguro que si se le cae la lámpara no le ocurrirá nada porque tendrá los reflejos suficientes para esquivarla. Es una chica inteligente, solo que le apetece quedarse en la cama.
Me encantó...
Pues.. ocurre que me sacan del bachiller artístico, de Palma, y, junto a todo esto, de mi vida.
Gracias por pasarte.. un abrazo, Irene.
Me encanta como escribes... y si hay algo de realidad en esto, espero que lo hablemos :)
pd: me encantan tus piernas :P
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