20/11/10

Las huellas que no hay que seguir



La habitación está desordenada: los papeles por el suelo, los pelos revueltos, las paredes arañadas y nosotros, con la vergüenza mirándonos por la ventana.

- ¿Qué piensas? - Me preguntas mirándome.

- Que estamos demasiado colocados, porque ya no veo el mundo del revés.

- De eso se trata.

No sé dónde he dejado mis calzoncillos. Mientras busco, ella sigue mirando el techo agrietado. Ese que a veces parece que se le ha de caer encima.

Es preciosa, y nunca se lo he dicho. Nunca es tarde para empezar...

...pero si eso, otro día. Prefiero seguir buscando mi ropa interior.

8 comentarios:

Andrea dijo...

Si estar colocado es ver el mundo del derecho, me encantaría colocarme ahora :D

tesigotesigoytesigo.

unbesete.

Diario de Arquímedes dijo...

Casi nunca valoramos lo que tenemos.


Que se lo diga!

Reindeershorns dijo...

¿Y porqué no hoy? :)

Malkev dijo...

De los pocos que he pillado.
Me gusta mucho. ^_^

Irene dijo...

mmm ojo, que cuando son Cuentos lo que es realidad...poca!

Gracias por pasar +.+ ~~

Jaime dijo...

Parece que antes de empezar algo nuevo se necesita de seguridad, que es lo que representa la ropa interior ;)

Enrojecerse dijo...

tendría que decirselo ya.

Ana Alcaide dijo...

Tendría que decírselo ya :)

P.D: te sigo!