21/4/11

Me laten los puntos cardinales

Ha llegado sin llamar al timbre, sin avisarme por el móvil... ni tan siquiera, palomas mensajeras como antaño.

Sabía que hacía tiempo que estaba ahí, marcando distancias, interponiéndose, ayudándonos, alejándonos. Todos sabemos el nombre que recibe, y ese nombre nunca es el mío, porque yo nunca soy capaz de hacer eso.

Hace un momento, no sabía que debía sentir.
Si estuvieras aquí sin tu nombre, serías perfecto. Pero no estás, estás lejos, con tu nombre en frente de mi... y no sé que es lo que debo sentir; ¿alivio? ¿Aceptación? ¿Temor?
Nunca me aclaro con las palabras. Nunca me aclaro conmigo.

Voy a seguir viéndote en la lejanía y algún día nos encontraremos de nuevo, en caminos distintos o quizá, como algunos hacen, en aceras a nivel.

Cada adoquín del suelo decide que va a ser de mi. Pero, cuando estoy en casa... dime, ¿debo fiarme del todo de mi?

5 comentarios:

OFI dijo...

mmmmmmm, un texto muy muy interesante, digiriendo...

1saludo :)

Marina Navarro dijo...

:)

Unknown dijo...

Yo tampoco soy capaz de aclararme conmigo.

Unknown dijo...

Gran texto, ¡sí señor! Adoro la manera en que escribes, de verdad *_*
¡Te sigo! <3

Irene dijo...

+.+ En serio, muchísimas gracias.