29/9/14

El destino es el único accidente posible.


Soy de esas personas que se levantan y lo primero que hacen es mirar la hora que es. Acto seguido, me gusta no hacer nada en la cama y pienso en lo que me deparará el día, en qué podría desayunar, y en que, ahora mismo, me siento afortunada en mi vida amorosa.

Nada más levantarme me miro al espejo y busco cambios en mi, ya que realmente no destaco por mi autoestima. Intento buscar cosas positivas en mi estado más horrible.
En la dificultad se encuentra la victoria más dulce.

A partir de este punto, empiezo a dejar la mente en blanco y a dejar volar mil historias. Soy la reina del drama, cualquier cosa me la tomo a la tremenda y dramatizo sobre ello, todo esto mentalmente. El problema está en si me lo creo o no la película. Todo depende de mi humor, de mi optimismo y de mi grado de pereza.

Un café hace mucho en mis horas más tempranas, pues puedo tirarme en este modo de letargo más de una hora.


Al despertar, me imagino como sería mi vida si yo fuera diferente. Si realmente, me quisiera más. Ojalá pudiera quererme igual que me quieren algunos amigos. Pero, seguramente, si tuviera el ego subido no les caería tan bien. Reconozcámoslo, hay demasiado egocéntrico por la televisión. O, ¿cómo sería mi vida si fuese menos fría y más cariñosa? ¿Si no fuese tan vergonzosa? ¿Si no fuera tan payasa?

¿Cambiaría algo?
Sí, cambiarían las personas que me rodean.

Hay veces que no sé porque me soportan, pero, supongo que todo eso que yo detesto es lo que ellos quieren de mi.

Y si ellos me quieren así, ¿por qué no me puedo querer yo?

Es complicado. Yo lo complico.

Sé que la perfección no existe, pero no dejo de buscarla y tropezarme por el camino.


Cuando alguien, sea amigo, familiar, pareja... Te quiere y te valora por lo que eres, es que no lo estás haciendo tan mal, le pese a tu mente paranoica o no.

Si os sentís afortunados de tener a vuestro alrededor a quien tenéis, amaos. Es el único secreto que hay en esta vida para ser feliz.

Y yo, por supuesto, les quiero como la que más.






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