Las doce. La hora de volver a casa de la Cenicienta, la hora de las brujas, la hora que se pasa de la mañana al mediodía o del día X al día Y.
Hoy, a parte de todo eso, a las doce de la noche, se cambiará de año comiendo doce uvas cargadas de pecados. Pecados que espero que no se me atraganten.
Una vez eliminados, quedaré absuelta para cometer nuevos pecados - no puedo decir que jamás pecaré...porque no creo en esas palabras tan extremas.
Disfrutad del último día del 2010 y disfrutad de todos los días del 2011, que yo haré lo mismo.
31/12/10
22/12/10
Vacaciones
Mañana arrancaré las hojas...y todavía no sé si guardarlas o eliminarlas.
Dicho eso...Voy a tomarme unas vacaciones, señoras y señores.
Feliz/felices...lo que sea.
Dicho eso...Voy a tomarme unas vacaciones, señoras y señores.
Feliz/felices...lo que sea.
20/12/10
El ruido más silencioso
Me saben a poco las palabras.
Tanto, que se han ido muriendo en mi interior. No me sirven, se me quedan demasiado cortas...
Enmudecidas quedaron, no oigo sus gritos, sus llantos. No las encuentro.
Tampoco insisto en buscarlas.
Quiero aquello que pueda tocar y demostrar más allá de una hoja de papel.
Sustantivos debilitados, adjetivos por renovar...palabras muertas que se ocultarán tras las proezas que pueda crear. Aunque podría vivir sin ellas y borrarlas del todo. Para siempre.
Podría estar sin muchas cosas. Pero no quiero.
Tanto, que se han ido muriendo en mi interior. No me sirven, se me quedan demasiado cortas...
Enmudecidas quedaron, no oigo sus gritos, sus llantos. No las encuentro.
Tampoco insisto en buscarlas.
Quiero aquello que pueda tocar y demostrar más allá de una hoja de papel.
Sustantivos debilitados, adjetivos por renovar...palabras muertas que se ocultarán tras las proezas que pueda crear. Aunque podría vivir sin ellas y borrarlas del todo. Para siempre.
Podría estar sin muchas cosas. Pero no quiero.
14/12/10
Barra de repetición
Estoy metida en la cama, viéndote la cara de felicidad y concentración mientras tocas la guitarra.
Yo, aquí, queriendo hacer el amor... y tú prefiriendo tocar rock.
- Cariño, cuando quieres, puedes ser mejor que el Rock 'n' Roll...
Aun así, me he enamorado de tú música...otra vez.
Yo, aquí, queriendo hacer el amor... y tú prefiriendo tocar rock.
- Cariño, cuando quieres, puedes ser mejor que el Rock 'n' Roll...
Aun así, me he enamorado de tú música...otra vez.
12/12/10
9/12/10
Pre-navidad
Diciembre es el mes más falso.
Las familias se reúnen y muchos no se soportan. Las parejas se enfrían y buscan el calor que les falta bajo las luces de navidad. Las personas con el alma más gris se vuelven solidarias porque, ¡ojo! Es lo que toca. Pero el resto del año no, claro.
En Navidad la gente está dispuesto a hacer sacrificios por los demás, a aparentar y perdonar.
Cuando termina esta época, todo el teatro junto a la decoración de las casas, se guarda hasta el año que viene.
Perdón si ofendo a alguien. Hay gente que adora todo eso y, cómo no, lo respeto.
Las películas han convertido la Navidad en ciencia ficción.
Yo prefiero una familia que, por pocos que sean y se soporten, se reúnan y el ruído de sus risas o de su silencio, sea real. Que lo que se entiende por amor no sea llevado por las estaciones, sino por lo que realmente uno siente, piensa y quiere. Que ayudar a los demás se haga siempre y no por obligación.
Pero en fin...para gustos, estrellas en el firmamento.
Las familias se reúnen y muchos no se soportan. Las parejas se enfrían y buscan el calor que les falta bajo las luces de navidad. Las personas con el alma más gris se vuelven solidarias porque, ¡ojo! Es lo que toca. Pero el resto del año no, claro.
En Navidad la gente está dispuesto a hacer sacrificios por los demás, a aparentar y perdonar.
Cuando termina esta época, todo el teatro junto a la decoración de las casas, se guarda hasta el año que viene.
Perdón si ofendo a alguien. Hay gente que adora todo eso y, cómo no, lo respeto.
Las películas han convertido la Navidad en ciencia ficción.
Yo prefiero una familia que, por pocos que sean y se soporten, se reúnan y el ruído de sus risas o de su silencio, sea real. Que lo que se entiende por amor no sea llevado por las estaciones, sino por lo que realmente uno siente, piensa y quiere. Que ayudar a los demás se haga siempre y no por obligación.
Pero en fin...para gustos, estrellas en el firmamento.
8/12/10
27/11/10
Despierta. Duerme.
Los sueños, déjalos en paz. Que duerman...
Róbame las pesadillas que me atormentan. Son todas tuyas. Rómpelas, como me parten a mi. Pedazo a pedazo, lo que más temo.
Retuércelas, que yo lo soportaré. Siempre.
Me presento: soy el cuento del que nadie quiere llegar a saber el final de la historia.
Y pocas veces me he sentido mejor que ahora.
Róbame las pesadillas que me atormentan. Son todas tuyas. Rómpelas, como me parten a mi. Pedazo a pedazo, lo que más temo.
Retuércelas, que yo lo soportaré. Siempre.
Me presento: soy el cuento del que nadie quiere llegar a saber el final de la historia.
Y pocas veces me he sentido mejor que ahora.
24/11/10
Relojes de arena
Hoy al salir, me extrañaba que faltase menos de un mes para que estuviésemos en invierno. Los árboles de al lado de mi casa nunca han estado tan verdes ni frondosos. El frío se hace notar y ellos ni se inmutan.
Bueno, sin rodeos...
Otro día más sentada en el bus - de tanto que lo cojo, me resulta un lugar agradable - y pienso: "tengo todo el tiempo del mundo, y me sigue faltando."
Claro, se supone que es porque lo estoy utilizando bien, lo estoy aprovechando...pero no tengo esa sensación. Hago cosas que hacía tiempo no podía hacer. Dedico el tiempo a mis "hobbys", a los demás y a mí. Pero me falta algo, me falta tiempo bien invertido. Me falta el tiempo del mañana.
Me falta un lugar donde dar mis granitos de arena. Ahí, no los querían.
Mirad la hora que es; ya vuelvo a estar en casa.
Bueno, sin rodeos...
Otro día más sentada en el bus - de tanto que lo cojo, me resulta un lugar agradable - y pienso: "tengo todo el tiempo del mundo, y me sigue faltando."
Claro, se supone que es porque lo estoy utilizando bien, lo estoy aprovechando...pero no tengo esa sensación. Hago cosas que hacía tiempo no podía hacer. Dedico el tiempo a mis "hobbys", a los demás y a mí. Pero me falta algo, me falta tiempo bien invertido. Me falta el tiempo del mañana.
Me falta un lugar donde dar mis granitos de arena. Ahí, no los querían.
Mirad la hora que es; ya vuelvo a estar en casa.
20/11/10
Las huellas que no hay que seguir
La habitación está desordenada: los papeles por el suelo, los pelos revueltos, las paredes arañadas y nosotros, con la vergüenza mirándonos por la ventana.
- ¿Qué piensas? - Me preguntas mirándome.
- Que estamos demasiado colocados, porque ya no veo el mundo del revés.
- De eso se trata.
No sé dónde he dejado mis calzoncillos. Mientras busco, ella sigue mirando el techo agrietado. Ese que a veces parece que se le ha de caer encima.
Es preciosa, y nunca se lo he dicho. Nunca es tarde para empezar...
...pero si eso, otro día. Prefiero seguir buscando mi ropa interior.
- ¿Qué piensas? - Me preguntas mirándome.
- Que estamos demasiado colocados, porque ya no veo el mundo del revés.
- De eso se trata.
No sé dónde he dejado mis calzoncillos. Mientras busco, ella sigue mirando el techo agrietado. Ese que a veces parece que se le ha de caer encima.
Es preciosa, y nunca se lo he dicho. Nunca es tarde para empezar...
...pero si eso, otro día. Prefiero seguir buscando mi ropa interior.
8/11/10
Carta a mi hijo Invierno y mi nieto Abrasador
Por no haber acudido a mi llamada, por abandonarme cuando más te necesitaba, por pensar que no me hacías falta. Ahora me consumo en fuego... ¿al menos recogerás mis cenizas?
Quiero creer que no pido tanto. La rabia me está consumiendo y me estoy callando, y todo por el precio que debo pagar...porque, es este ¿verdad?
No me asaltes con más de tus mentiras.
Detesto a los "gallitos" y a sus cuentos; porque no estoy para ese tipo de historias.
Y mi espalda, siempre apuñalada, siente vergüenza al ser mostrada. Tranquilos, como creo recordar que mencioné una vez, yo también me las tiro, pero al frente, como los valientes.
Quiero creer que no pido tanto. La rabia me está consumiendo y me estoy callando, y todo por el precio que debo pagar...porque, es este ¿verdad?
No me asaltes con más de tus mentiras.
Detesto a los "gallitos" y a sus cuentos; porque no estoy para ese tipo de historias.
Y mi espalda, siempre apuñalada, siente vergüenza al ser mostrada. Tranquilos, como creo recordar que mencioné una vez, yo también me las tiro, pero al frente, como los valientes.
29/10/10
Los últimos pensamientos de Octubre
Debería desabrocharme un poco el seis y anudarme más el cinco.
Hacer agujeros en todos los bolsillos que me acompañan para que así los decimales se vayan perdiendo. Estaré atenta a cada uno de ellos para despedirme con una amplia sonrisa.
¡Uy! ¿Y qué puedo hacer con las centenas? Todo el día sumándose y pocas restando.
La calculadora me mira con miedo. Debe pensar que la quiero jubilar.
...
¿Qué es eso que cae? Son...¿letras? ¡Sí! Letras que caen de mis ojos.
Se han mezclado con todos mis fatídicos cálculos.
¡Mierda! -perdón- Ya no sé despejar ni una simple "X" ...oh...no, ahora se han juntado "Y" y "Z".
Haré sistemas, matrices... ¡No! Eso es volver a los números.
¿Acaso no hay nada más que cifras y letras? Voy a buscar la incógnita. La espiritual; y luego volveré.
Lo prometo. Volveré.
27/10/10
Esto es un atraco
Miro hacia otro lado. ¿No te voy a sonreir cuando me has querido asesinar, no?
No me robes mi identidad.
Tira el cuchillo y deja que me desangre. Cuando se seque la sangre y quede cicatriz, te la haré ver cada día.
Deberías saber que tengo tijeras con las que soltarme.
No me robes mi identidad.
Tira el cuchillo y deja que me desangre. Cuando se seque la sangre y quede cicatriz, te la haré ver cada día.
Deberías saber que tengo tijeras con las que soltarme.
19/10/10
Algo más que números
Tengo los pies congelados y un dolor de cabeza impresionante. Creo que la sangre está ardiendo ahí, en el ático, y que acabará saliendo por mi nariz.
Necesito salir a la calle para que el calor me pase. Que el frío me acaricie sólo como octubre sabe hacer.
Por cierto, ¿te has fijado que has nacido en mi mes favorito?
El otro día lo pensaba, entre tanta laguna temporal. Naciste en un día par. Sí, par. Como mis números favoritos; aunque tu edad y la mía ahora mismo son impares. Igualmente, me gustan.
Un número de dos cifras. Acompañadas siempre.
El tiempo que nos separa es par... ¿y sabes qué es lo que más me gusta? Que siempre, siempre, será par. Nadie podrá cambiar ese hecho. Ni el más terrible dolor de cabeza, ni el calor del verano, ni los años.
Necesito salir a la calle para que el calor me pase. Que el frío me acaricie sólo como octubre sabe hacer.
Por cierto, ¿te has fijado que has nacido en mi mes favorito?
El otro día lo pensaba, entre tanta laguna temporal. Naciste en un día par. Sí, par. Como mis números favoritos; aunque tu edad y la mía ahora mismo son impares. Igualmente, me gustan.
Un número de dos cifras. Acompañadas siempre.
El tiempo que nos separa es par... ¿y sabes qué es lo que más me gusta? Que siempre, siempre, será par. Nadie podrá cambiar ese hecho. Ni el más terrible dolor de cabeza, ni el calor del verano, ni los años.
15/10/10
He perdido el control y no sé donde.
Llevo el pelo alborotado, como siempre que estoy por casa. Estoy rodeada de desorden, porque una parte de mi está en caos.
Me siento como una mosca chocando con la misma ventana una y otra vez, sin ver que a su derecha le han abierto la puerta para que salga y ahorrarse el hecho de estamparla para matarla.
Si esa mosca metafóricamente hablando fuera yo, el psicólogo le diría: "ves las cosas dependiendo de tu estado de ánimo". Al menos, eso creo. Nunca he hablado con un psicólogo.
¿De dónde?
Del concierto que tú estabas dando para mi. De la película de sonrisas que me estabas enseñando. Del mundo imaginario de miradas. De tú lado.
Tú destapas mi control cuando yo lo he perdido entre el desorden.
Me siento como una mosca chocando con la misma ventana una y otra vez, sin ver que a su derecha le han abierto la puerta para que salga y ahorrarse el hecho de estamparla para matarla.
Si esa mosca metafóricamente hablando fuera yo, el psicólogo le diría: "ves las cosas dependiendo de tu estado de ánimo". Al menos, eso creo. Nunca he hablado con un psicólogo.
En 5 minutos estaré de vuelta.
¿De dónde?
Del concierto que tú estabas dando para mi. De la película de sonrisas que me estabas enseñando. Del mundo imaginario de miradas. De tú lado.
Tú destapas mi control cuando yo lo he perdido entre el desorden.
3/10/10
Octubre
Es extraño. Estaba esperando la llegada de Octubre como un niño el día de Reyes...y aun así he tardado tres días en decidir hacerle homenaje.
Supongo que todo está siendo demasiado raro. Perdón; más bien yo estoy haciendo que todo sea realmente raro. Y nuevo.
Siento que mi mes favorito no lo va a ser tanto. Todo cambia o cambiará demasiado rápido. Me tendré que adaptar a la misma velocidad. Y no he de intentarlo, he de conseguirlo.
Supongo que todo está siendo demasiado raro. Perdón; más bien yo estoy haciendo que todo sea realmente raro. Y nuevo.
Siento que mi mes favorito no lo va a ser tanto. Todo cambia o cambiará demasiado rápido. Me tendré que adaptar a la misma velocidad. Y no he de intentarlo, he de conseguirlo.
27/9/10
Vestirme con pijamas de invierno
No me gusta ducharme por las mañanas cuando hace frío.
La temperatura del ambiente mata a mis poros, mata a mi tráquea al coger aire por la boca. Me cuesta respirar.
Al secarme, me vuelvo a poner el pijama. No me apetece vestirme, ni pensar qué me voy a poner para clase...sigo estando en casa.
Ya delante del ordenador, mis brazos desnudos cogen miedo, y se transforman en piel de gallina. Corriendo voy a por una rebeca que los abrace y los calme. El otoño y el invierno les asusta; y el viento helado ya está viviendo prácticamente del todo entre todos nosotros...
...Menos en los corazones de alguna gente.
La temperatura del ambiente mata a mis poros, mata a mi tráquea al coger aire por la boca. Me cuesta respirar.
Al secarme, me vuelvo a poner el pijama. No me apetece vestirme, ni pensar qué me voy a poner para clase...sigo estando en casa.
Ya delante del ordenador, mis brazos desnudos cogen miedo, y se transforman en piel de gallina. Corriendo voy a por una rebeca que los abrace y los calme. El otoño y el invierno les asusta; y el viento helado ya está viviendo prácticamente del todo entre todos nosotros...
...Menos en los corazones de alguna gente.
22/9/10
No me rompas si me congelo
Viento, frío, lluvia.
Hojas caer.
Estoy en la terraza de mi finca. Sábanas blancas de hospital bailan con el viento un vals. Son delicadas y no se pisan. Están hechas las unas para las otras.
Dejo en el suelo la libreta en la que estaba haciendo los deberes. Me abrocho bien el abrigo y me pongo el gorro.
Corro entre esas danzarinas. Giro mirando al cielo.
El agua está congelada, y el viento arrastra cada gota por toda mi cara. Es una sensación muy agradable.
Quisiera que el otoño no se acabara nunca.
Alguien ha entrado.
Es un niño. Alguna vez hemos coincidido en el ascensor.
Me escondo detrás de una de las pálidas bailarinas. Él me ha visto, pero disimula.
Sin darnos cuenta, jugamos al escondite... igual que ahora. Once años después.
Yo siempre escondida tras una fina tela.
Tú pasando de mi, haciendo ver que te importo.
Y ahora, aquí estamos. Tu y yo sentados en el suelo encharcado, sin haber visto nunca una primavera después de las tormentas. Ya no nos queda nada más que este lugar, sin música. Sin nada que bailar.
Todas ellas se han quemado.
Hojas caer.
Estoy en la terraza de mi finca. Sábanas blancas de hospital bailan con el viento un vals. Son delicadas y no se pisan. Están hechas las unas para las otras.
Dejo en el suelo la libreta en la que estaba haciendo los deberes. Me abrocho bien el abrigo y me pongo el gorro.
Corro entre esas danzarinas. Giro mirando al cielo.
El agua está congelada, y el viento arrastra cada gota por toda mi cara. Es una sensación muy agradable.
Quisiera que el otoño no se acabara nunca.
Alguien ha entrado.
Es un niño. Alguna vez hemos coincidido en el ascensor.
Me escondo detrás de una de las pálidas bailarinas. Él me ha visto, pero disimula.
Sin darnos cuenta, jugamos al escondite... igual que ahora. Once años después.
Yo siempre escondida tras una fina tela.
Tú pasando de mi, haciendo ver que te importo.
Y ahora, aquí estamos. Tu y yo sentados en el suelo encharcado, sin haber visto nunca una primavera después de las tormentas. Ya no nos queda nada más que este lugar, sin música. Sin nada que bailar.
Todas ellas se han quemado.
6/9/10
Un día igual al mañana
Llueve y tengo las ventanas abiertas.
Tengo puesto mi gorro de lana favorito, tres pares de calcetines y una chaqueta polar. Mis piernas están desnudas. Son pálidas y me dan asco, pero no quiero taparlas.
Alguien enciende la luz de la habitación. Me molesta.
- ¿Se puede saber que haces? Son las tres de la tarde, llevas todo el día en la cama; ¡y mira que pintas!
- Yo estoy bien, Esteban. Apaga la luz y vete.
Apagó la luz, pero él se quedó dentro de la habitación.
Se metió en la cama conmigo, y jugamos a fingir que nos queríamos.
Esteban es mi hermanastro, siempre ha sido algo putero.
Yo me dejo querer por cualquiera.
- No me destapes, hace frío - le dije cuando al terminar me enrollé como una crisálida en el edredón.
- ¿Hoy no piensas salir tampoco?
Es cierto. Llevaba un mes en aquella habitación. Encerrada en ella, y en mi.
- No, hoy tampoco tengo fuerzas.
- Hace un momento a mi no me lo ha parecido - dijo con una sonrisa en la cara, que le iba de oreja a oreja.
Durante unos minutos, ninguno dijo nada. Yo le daba la espalda, mientras él me abrazaba. Al final se debió aburrir y se fue.
Aproveché para vestirme. Me puse la ropa interior y unos pantalones vaqueros. De esta manera, me volví a tumbar, pero debajo de la cama. Ahí, donde viven los monstruos.
Asomé la cabeza para mirar al techo. Con la cara sin expresión y con los ojos muy abiertos - bueno, también es que los tengo grandes. Miraba la lámpara que colgaba del techo fijamente y pensé que pasaría si se me cayera encima.
Nada. No pasaría nada. Todos los días son iguales, esté o no esté yo.
Tengo puesto mi gorro de lana favorito, tres pares de calcetines y una chaqueta polar. Mis piernas están desnudas. Son pálidas y me dan asco, pero no quiero taparlas.
Alguien enciende la luz de la habitación. Me molesta.
- ¿Se puede saber que haces? Son las tres de la tarde, llevas todo el día en la cama; ¡y mira que pintas!
- Yo estoy bien, Esteban. Apaga la luz y vete.
Apagó la luz, pero él se quedó dentro de la habitación.
Se metió en la cama conmigo, y jugamos a fingir que nos queríamos.
Esteban es mi hermanastro, siempre ha sido algo putero.
Yo me dejo querer por cualquiera.
- No me destapes, hace frío - le dije cuando al terminar me enrollé como una crisálida en el edredón.
- ¿Hoy no piensas salir tampoco?
Es cierto. Llevaba un mes en aquella habitación. Encerrada en ella, y en mi.
- No, hoy tampoco tengo fuerzas.
- Hace un momento a mi no me lo ha parecido - dijo con una sonrisa en la cara, que le iba de oreja a oreja.
Durante unos minutos, ninguno dijo nada. Yo le daba la espalda, mientras él me abrazaba. Al final se debió aburrir y se fue.
Aproveché para vestirme. Me puse la ropa interior y unos pantalones vaqueros. De esta manera, me volví a tumbar, pero debajo de la cama. Ahí, donde viven los monstruos.
Asomé la cabeza para mirar al techo. Con la cara sin expresión y con los ojos muy abiertos - bueno, también es que los tengo grandes. Miraba la lámpara que colgaba del techo fijamente y pensé que pasaría si se me cayera encima.
Nada. No pasaría nada. Todos los días son iguales, esté o no esté yo.
31/8/10
Con dos de azúcar, por favor.
Suena el despertador. Lo apago.
Siempre me ha gustado remolonear en la cama por la mañana. Quedarme sin hacer nada, mirando el techo y dando vueltas.
Quejarme al levantarme.
Ir directa al comedor y verte ahí. La mesa está puesta, y el desayuno - muy elaborado - esperándome.
Me acerco a ti y te doy los buenos días con un beso en los labios, más uno de regalo.
Los dos nos sentamos, frente a frente. Enciendo la televisión; pero no evita que mantengamos una conversación.
Mientras tú hablas, yo tomo el café.
Sonrío, e intento que no la veas; porque no la puedo evitar. Me sale de la felicidad de verte a mi lado - o delante mía, concretamente.
Mis ojos, con sombra negra de la noche anterior, no dejan de observarte. Mientes al decirme que estoy preciosa por las mañanas, aun con el maquillaje corrido.
Nos levantamos. Empiezo a recoger las cosas, y tú, abrazándome por detrás, me dices que me quieres.
Sería maravilloso vivir una vida así, supongo. Lástima que nunca pase, porque nunca me ha gustado maquillarme.
Siempre me ha gustado remolonear en la cama por la mañana. Quedarme sin hacer nada, mirando el techo y dando vueltas.
Quejarme al levantarme.
Ir directa al comedor y verte ahí. La mesa está puesta, y el desayuno - muy elaborado - esperándome.
Me acerco a ti y te doy los buenos días con un beso en los labios, más uno de regalo.
Los dos nos sentamos, frente a frente. Enciendo la televisión; pero no evita que mantengamos una conversación.
Mientras tú hablas, yo tomo el café.
Sonrío, e intento que no la veas; porque no la puedo evitar. Me sale de la felicidad de verte a mi lado - o delante mía, concretamente.
Mis ojos, con sombra negra de la noche anterior, no dejan de observarte. Mientes al decirme que estoy preciosa por las mañanas, aun con el maquillaje corrido.
Nos levantamos. Empiezo a recoger las cosas, y tú, abrazándome por detrás, me dices que me quieres.
Sería maravilloso vivir una vida así, supongo. Lástima que nunca pase, porque nunca me ha gustado maquillarme.
28/8/10
Ahógame con el aire
Que estás a oscuras y no te veo. Enciendo una cerilla y mis ojos no se adaptan nunca a la luz. ¡Auch! Me quemo con cada cerilla que prendo. Tontamente, tengo los dedos llenos de ceniza, el alma con quemaduras y los ojos rojos del dolor.
Busco a tientas. Acaricio la pared con las manos. Escucho sus pensamientos. Está cerca.
Te he encontrado. Pero sigo sin verte.
Intento sentirte, pero las yemas de mis dedos se han quedado sin sentido. No me rindo.
Mis manos bailan en tu cuerpo. Las tuyas me hacen cosquillas. Río. Reímos.
Tengo miedo. Has dejado de tocarme. No te percibo. Odio la oscuridad.
Oigo ruidos. Pisadas fuertes.
Quiero huir, no sé dónde. Echo a correr y los ruidos corren conmigo. Choco con las paredes pero quiero atravesarlas y huir al vacío.
Cógeme de la mano, por favor, cuando vaya a caer y sálvame.
No. No lo hagas. Déjame caer.
Atrapadme. Hacedme daño...Basta.
Me empuja y me dice "no es por aquí"
Ella sigue teniendo pesadillas por las noches, mientras una máquina respira por ella sujetándola a la vida, mientras ella se decide entre morir por si misma o vivir estando muerta.
Busco a tientas. Acaricio la pared con las manos. Escucho sus pensamientos. Está cerca.
Te he encontrado. Pero sigo sin verte.
Intento sentirte, pero las yemas de mis dedos se han quedado sin sentido. No me rindo.
Mis manos bailan en tu cuerpo. Las tuyas me hacen cosquillas. Río. Reímos.
Tengo miedo. Has dejado de tocarme. No te percibo. Odio la oscuridad.
Oigo ruidos. Pisadas fuertes.
Quiero huir, no sé dónde. Echo a correr y los ruidos corren conmigo. Choco con las paredes pero quiero atravesarlas y huir al vacío.
Cógeme de la mano, por favor, cuando vaya a caer y sálvame.
No. No lo hagas. Déjame caer.
Atrapadme. Hacedme daño...Basta.
Me empuja y me dice "no es por aquí"
Ella sigue teniendo pesadillas por las noches, mientras una máquina respira por ella sujetándola a la vida, mientras ella se decide entre morir por si misma o vivir estando muerta.
14/8/10
Capullos en flor
Tengo una espinita. Pequeña, débil y sin color. Dadas sus características, ni tan solo yo me acuerdo de que está ahí. Sólo cuando empieza a clavarse sin querer.
Al abrazar siempre voy con cuidado. Un apretón muy fuerte podría hincármela del todo, y no sólo yo sufriría sus consecuencias. Pocas veces esta espinita se divide y se clava en el otro ser que ha querido dar cariño. Son traicioneras y no tienen reparo en los seres humanos.
Últimamente, me fijo más en ella. Está enfadada, me hace daño, me quejo en silencio e intento no pensar en ello. Se agarra con fuerza.
Sé que está confundida. Echa de menos una rosa donde encontrar a más compañeras como ella...Pero me gusta su soledad y quiero tenerla así más tiempo.
No llegará el fatídico día en que me abracen tan fuerte que vuelva a aquél oscuro y latido lugar. Pondré coraza de hierro...
...me vendaré los ojos
...cerraré la luz
...no oiré su voz
...no sentiré su delicadeza
Me hipnotizan tus pétalos; pero mis sentidos caerán rendidos a mi razón.
Al abrazar siempre voy con cuidado. Un apretón muy fuerte podría hincármela del todo, y no sólo yo sufriría sus consecuencias. Pocas veces esta espinita se divide y se clava en el otro ser que ha querido dar cariño. Son traicioneras y no tienen reparo en los seres humanos.
Últimamente, me fijo más en ella. Está enfadada, me hace daño, me quejo en silencio e intento no pensar en ello. Se agarra con fuerza.
Sé que está confundida. Echa de menos una rosa donde encontrar a más compañeras como ella...Pero me gusta su soledad y quiero tenerla así más tiempo.
No llegará el fatídico día en que me abracen tan fuerte que vuelva a aquél oscuro y latido lugar. Pondré coraza de hierro...
...me vendaré los ojos
...cerraré la luz
...no oiré su voz
...no sentiré su delicadeza
Me hipnotizan tus pétalos; pero mis sentidos caerán rendidos a mi razón.
6/8/10
Principio, nudo y atragantamiento.
Últimamente el diccionario no me es de gran ayuda.
Busco definiciones - sí, siempre buscando significados - y no hay nada que se acerque lo más mínimo a lo que sería el principio de mi aturdimiento.
La enciclopedia que coge polvo en mi estantería ya está algo atrasada. Quizá sea ese uno de los motivos por lo que tampoco aparece algo que me sea de ayuda. O quizá me estoy excusando por él.
Tras varios días y experimentos, está claro que al tener una personalidad tan antagónica, la respuesta/ definición/ significado/ sólo puede estar dentro de mi propio caos.
Ahora solo queda anunciármelo. O negármelo.
Ese encanto que hay, y a la vez, esa lejanía...me...
Argh!
Soy como un gato con una bola de pelo en la garganta.
Busco definiciones - sí, siempre buscando significados - y no hay nada que se acerque lo más mínimo a lo que sería el principio de mi aturdimiento.
La enciclopedia que coge polvo en mi estantería ya está algo atrasada. Quizá sea ese uno de los motivos por lo que tampoco aparece algo que me sea de ayuda. O quizá me estoy excusando por él.
Tras varios días y experimentos, está claro que al tener una personalidad tan antagónica, la respuesta/ definición/ significado/ sólo puede estar dentro de mi propio caos.
Ahora solo queda anunciármelo. O negármelo.
Ese encanto que hay, y a la vez, esa lejanía...me...
Argh!
Soy como un gato con una bola de pelo en la garganta.
16/7/10
Brisas de verano
Era invierno y el frío se calaba tan hondo que incluso a su corazón le costaba romper la escarcha que lo cubría.
Volvía a su casa a las ocho de la tarde, como cada día.
En su hogar nunca le esperaba nadie. Vivía sola desde hacía mucho tiempo, y se despertaba sola desde hacía mucho más.
Se quitó las pesadas ropas y se puso su pijama.
Calentó algo de leche en el microondas. Aquellos treinta y cinco segundos se le hacían eternos.
Se quedó mirando como la taza daba vueltas. Mientras, pensaba que le gustaría enamorarse. Odiaba el tópico de que la primavera la sangre altera, porque lo que se alteraba realmente eran los mástiles de los hombres. Ella buscaba un amor que le derritiera el corazón tan pequeño y congelado que tenía. Quería enamorarse en invierno.
El timbre del microondas la despertó de sus ilusiones.
Con la mano que le quedaba libre de coger la taza, cogió el mando de la televisión. Miró todos los canales una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez... Hasta que sin darse cuenta llegó el día siguiente.
Y de nuevo, llegaron las ocho de la tarde.
Nevaba.
No quería volver a casa.
Quieta bajo aquella lluvia espumosa, observaba las pequeñas lucecitas que la miraban desde años luz. Pidió un deseo aunque no hubiera ninguna estrella fugaz. Cerró muy fuerte los ojos durante un par de minutos, y al abrirlos buscó por su alrededor con gran desesperación, pero no encontró nada de lo que había deseado.
Febrero, marzo, abril, mayo, junio...
Julio
Cogió el coche y condujo durante varias horas, hasta llegar a una playa en la que, raramente, no había nadie.
Caminó por la ardiente arena hasta llegar a la orilla. El mar le acariciaba los pies, y ella sonreía al ver como los pies se le enterraban cada vez más, ¿llegaría a desaparecer si permanecía ahí quieta mucho tiempo?
El sol le enrojeció la piel. Aun muerta de calor, no se movía del lugar. Una mano fría le hizo volver en sí. Se miraron.
Aquel hombre le congeló el corazón.
Volvía a su casa a las ocho de la tarde, como cada día.
En su hogar nunca le esperaba nadie. Vivía sola desde hacía mucho tiempo, y se despertaba sola desde hacía mucho más.
Se quitó las pesadas ropas y se puso su pijama.
Calentó algo de leche en el microondas. Aquellos treinta y cinco segundos se le hacían eternos.
Se quedó mirando como la taza daba vueltas. Mientras, pensaba que le gustaría enamorarse. Odiaba el tópico de que la primavera la sangre altera, porque lo que se alteraba realmente eran los mástiles de los hombres. Ella buscaba un amor que le derritiera el corazón tan pequeño y congelado que tenía. Quería enamorarse en invierno.
El timbre del microondas la despertó de sus ilusiones.
Con la mano que le quedaba libre de coger la taza, cogió el mando de la televisión. Miró todos los canales una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez... Hasta que sin darse cuenta llegó el día siguiente.
Y de nuevo, llegaron las ocho de la tarde.
Nevaba.
No quería volver a casa.
Quieta bajo aquella lluvia espumosa, observaba las pequeñas lucecitas que la miraban desde años luz. Pidió un deseo aunque no hubiera ninguna estrella fugaz. Cerró muy fuerte los ojos durante un par de minutos, y al abrirlos buscó por su alrededor con gran desesperación, pero no encontró nada de lo que había deseado.
Febrero, marzo, abril, mayo, junio...
Julio
Cogió el coche y condujo durante varias horas, hasta llegar a una playa en la que, raramente, no había nadie.
Caminó por la ardiente arena hasta llegar a la orilla. El mar le acariciaba los pies, y ella sonreía al ver como los pies se le enterraban cada vez más, ¿llegaría a desaparecer si permanecía ahí quieta mucho tiempo?
El sol le enrojeció la piel. Aun muerta de calor, no se movía del lugar. Una mano fría le hizo volver en sí. Se miraron.
Aquel hombre le congeló el corazón.
28/6/10
Días extraños
Quiero romperme pedazo a pedazo. Quiero que tu me rompas, que destruyas mi mundo interno y hagas con él lo que quieras.
Pretendo describirte y desear que me sea imposible, que mis sentimientos no se aclaren. Que tú no seas agua cristalina.
Cuando intente expresarte el infierno dentro de mi, quiero atragantarme con mis palabras, que se muevan a mi mirada y que no me haga falta producir sonido para decirte que me he perdido.
Necesito que cuando te llame vengas, traigas los pedazos extraídos de mi; y redibujarlos. Yo sola.
Tenme presente como yo te tengo a ti.
Olvídame como yo intento borrarme.
Hazme renacer en un día. Nuestro día cero.
No me importa que día de la semana sea, ni que mes. Quiero, tras haberme creado de nuevo y despertar, llorar. Que me grites y me hagas saber que este es nuestro mundo, donde juntos viviremos.
Seremos muñecas de porcelana. Tristes y sin expresión, mirándonos a distancia sin poder de imaginación.
No quiero ser uno contigo. No quiero nada sin mí.
Pretendo describirte y desear que me sea imposible, que mis sentimientos no se aclaren. Que tú no seas agua cristalina.
Cuando intente expresarte el infierno dentro de mi, quiero atragantarme con mis palabras, que se muevan a mi mirada y que no me haga falta producir sonido para decirte que me he perdido.
Necesito que cuando te llame vengas, traigas los pedazos extraídos de mi; y redibujarlos. Yo sola.
Tenme presente como yo te tengo a ti.
Olvídame como yo intento borrarme.
Hazme renacer en un día. Nuestro día cero.
No me importa que día de la semana sea, ni que mes. Quiero, tras haberme creado de nuevo y despertar, llorar. Que me grites y me hagas saber que este es nuestro mundo, donde juntos viviremos.
Seremos muñecas de porcelana. Tristes y sin expresión, mirándonos a distancia sin poder de imaginación.
No quiero ser uno contigo. No quiero nada sin mí.
18/6/10
Testamento
Era su enfermedad quien le hacía correr. Pasar la vida deprisa, sin respirar.
Sin disfrutar del poco tiempo que le quedaba a su corazón por palpitar las ilusiones.
Vivía a las afueras de la ciudad, en un lugar acogedor. Vestía zapatos rosas y una larga cara, nunca sonriente - tenía vergüenza de sus dientes. Con sus zapatos por guía, visitaba la ciudad. Paseaba por las calles con vida para sentirse parte del mundo, todavía.
Se veía reflejada en los escaparates. Se sentía hipnotizada por su imagen...una imagen masacrada.
Se tocaba la cara y contaba sus arrugas. Tras eso, su lacio pelo recogido en una trenza. Nunca miraba más allá de su rostro.
Tenía su propio sitio en aquel lugar. Sentada durante horas, veía la gente triste por no conseguir lo que querían, por no tener suficiente dinero para un capricho. Por no ser sus sueños.
Al caer la noche, volvía a su morada.
Ese mismo día, decidió escribir su testamento.
No tenía nadie que recibiera lo poco que tenía. Así que escribió una lista de las cosas que tenía y después lo firmó.
Volvió a la ciudad. Se sentó en su lugar unos instantes y después se fue, dejando atrás sus zapatos para alguien que los necesitara más. Ella no tenía más calles que recorrer.
Giraba la vista para comprobar si seguían ahí y cuando volvió a mirar al frente, un gran foco la iluminaba.
Fue su pacto con la muerte.
Sin disfrutar del poco tiempo que le quedaba a su corazón por palpitar las ilusiones.
Vivía a las afueras de la ciudad, en un lugar acogedor. Vestía zapatos rosas y una larga cara, nunca sonriente - tenía vergüenza de sus dientes. Con sus zapatos por guía, visitaba la ciudad. Paseaba por las calles con vida para sentirse parte del mundo, todavía.
Se veía reflejada en los escaparates. Se sentía hipnotizada por su imagen...una imagen masacrada.
Se tocaba la cara y contaba sus arrugas. Tras eso, su lacio pelo recogido en una trenza. Nunca miraba más allá de su rostro.
Tenía su propio sitio en aquel lugar. Sentada durante horas, veía la gente triste por no conseguir lo que querían, por no tener suficiente dinero para un capricho. Por no ser sus sueños.
Al caer la noche, volvía a su morada.
Ese mismo día, decidió escribir su testamento.
No tenía nadie que recibiera lo poco que tenía. Así que escribió una lista de las cosas que tenía y después lo firmó.
Volvió a la ciudad. Se sentó en su lugar unos instantes y después se fue, dejando atrás sus zapatos para alguien que los necesitara más. Ella no tenía más calles que recorrer.
Giraba la vista para comprobar si seguían ahí y cuando volvió a mirar al frente, un gran foco la iluminaba.
"Tengo unos zapatos que recogen mis recuerdos y algo de vida en mi interior que nunca me corresponderá. Nunca he necesitado más.
Firmado, Selena"
Fue su pacto con la muerte.
6/6/10
Repeticiones rebobinadas
El cassette gira con energía reproduciendo las canciones que grabé.
Al abrir el periódico he visto un titular que hace tiempo ya habían publicado. Las primeras veces he de confesar que me impactó; incluso me hizo aumentar el pulso. Ahora el hecho de que no me importe significa que haya dejado de sentir, como en su día llegué a pensar.
Es que realmente ya ha perdido importancia - dicta mi mente, y ella es la que tiene razón.
Ha terminado el cassette. Lo giro para escuchar la cara B.
Con el cigarrillo en la mano, intacto, he leído la noticia; ¿o más bien releído? Tanto da.
Mi cuerpo seguía igual, mi cara - aunque al principio se sorprendiera - ha continuado con la misma expresión. En mi cabeza solo se planteaba una pregunta: ¿para qué ha vuelto?
De verdad, odio este tipo de historias locas que con el paso del tiempo mantienen la misma cabecera pero que en esencia son tan inestables - pensé
Rebobino.
Encendí el cigarrillo y quemé con el la hoja en la que aparecían las demoníacas letras del pasado. El humo huele a satisfacción, y cuanto más asciende, más se mezcla con el flujo de la normalidad. El movimiento que haga no me vendrá de nuevo, porque estoy jugando mi partida de forma correcta.
Cada mañana el diario está en mi puerta. Abro siempre primero por la página de esquelas para ver que todo ha vuelto a su sitio y que tu nombre está escrito en una de ellas.
Se atascó. Trato de rebobinarla con un lápiz que tengo al lado, pero no tiene solución. Ya está muy gastado. Tengo que tirarlo.
Al abrir el periódico he visto un titular que hace tiempo ya habían publicado. Las primeras veces he de confesar que me impactó; incluso me hizo aumentar el pulso. Ahora el hecho de que no me importe significa que haya dejado de sentir, como en su día llegué a pensar.
Es que realmente ya ha perdido importancia - dicta mi mente, y ella es la que tiene razón.
Ha terminado el cassette. Lo giro para escuchar la cara B.
Con el cigarrillo en la mano, intacto, he leído la noticia; ¿o más bien releído? Tanto da.
Mi cuerpo seguía igual, mi cara - aunque al principio se sorprendiera - ha continuado con la misma expresión. En mi cabeza solo se planteaba una pregunta: ¿para qué ha vuelto?
De verdad, odio este tipo de historias locas que con el paso del tiempo mantienen la misma cabecera pero que en esencia son tan inestables - pensé
Rebobino.
Encendí el cigarrillo y quemé con el la hoja en la que aparecían las demoníacas letras del pasado. El humo huele a satisfacción, y cuanto más asciende, más se mezcla con el flujo de la normalidad. El movimiento que haga no me vendrá de nuevo, porque estoy jugando mi partida de forma correcta.
Cada mañana el diario está en mi puerta. Abro siempre primero por la página de esquelas para ver que todo ha vuelto a su sitio y que tu nombre está escrito en una de ellas.
Se atascó. Trato de rebobinarla con un lápiz que tengo al lado, pero no tiene solución. Ya está muy gastado. Tengo que tirarlo.
3/6/10
La vida no es una serie de televisión
Cada día me asombra más la superficialidad de las cosas; y a la vez, me asusta pensar que hago equilibrio en esa linea tan delgada.
Sufro de un bloqueo mental. Son demasiadas cosas las que ahora están danzando y chocándose entre ellas.
Podría empezar por: tengo razones para querer desaparecer y verificar mi teoría de que en mi alredor - a excepción de contadas personas - no he dejado huella; y terminar por: la culpa de eso ha sido en parte mi obsesión.
Cambiando - o no - de tema.
El otro día escuchaba en mi mp4 la misma canción. Me la sé de memoria y podría explicar las mil y una verdades que se dicen en ella. Ese día no fue distinto de muchos otros. El mp4 se quedó sin batería - siempre olvido recargarlo - en el momento en que la canción decía "y vivir es..." Sí, yo sé como sigue la canción. Sé lo que es vivir para el cantante, pero no sé lo que es vivir para mí.
Yo tampoco entiendo nada de lo que he escrito. No sé si mis ideas bailan salsa, rumba o un vals. Tendré que tomármelo con calma.
Este pequeño cuaderno mío se ha quedado ya sin espacio. Es hora de girar página.
Sufro de un bloqueo mental. Son demasiadas cosas las que ahora están danzando y chocándose entre ellas.
Podría empezar por: tengo razones para querer desaparecer y verificar mi teoría de que en mi alredor - a excepción de contadas personas - no he dejado huella; y terminar por: la culpa de eso ha sido en parte mi obsesión.
Cambiando - o no - de tema.
El otro día escuchaba en mi mp4 la misma canción. Me la sé de memoria y podría explicar las mil y una verdades que se dicen en ella. Ese día no fue distinto de muchos otros. El mp4 se quedó sin batería - siempre olvido recargarlo - en el momento en que la canción decía "y vivir es..." Sí, yo sé como sigue la canción. Sé lo que es vivir para el cantante, pero no sé lo que es vivir para mí.
Yo tampoco entiendo nada de lo que he escrito. No sé si mis ideas bailan salsa, rumba o un vals. Tendré que tomármelo con calma.
Este pequeño cuaderno mío se ha quedado ya sin espacio. Es hora de girar página.
24/5/10
Dibujos en la piel
Me resulta todo tan extraño.
Cuando estoy contigo, desaparezco. No quiero que me localicen. Me escondo tan bien que ni tan siquiera yo soy capaz de encontrarme hasta pasadas unas horas.
Tú, cuando duermo, dibujas un mapa en mi cuerpo. Si no fuera por el nunca podría volver.
Espero que te sepas el mapa de memoria, porque me gusta jugar, y transformo tus sencillos dibujos en laberintos.
Eres mi capricho, y yo soy anhelo.
Nos unimos, lejos.
Caminamos por los bosques como salvajes, dejándonos guiar por las migas de pan. Y, siempre que pasamos por aquel lugar, veo que con las prisas se me ha olvidado ponerme la cabeza.
Será que contigo no me preocupo de mis problemas, que no quiero peso sobre mis espaldas.
Por la noche, da el toque de queda y tu, amablemente, me acompañas a mi casa. Mientras, miro por la ventanilla pensando en ese mapa que has dibujado. Recorro sus parajes hasta encontrar la salida, antes de que cruce mi portal.
Al día siguiente todo es igual, hasta que vuelva a verte.
¡Mira qué hora es, y yo sin ponerme la cabeza!
Cuando estoy contigo, desaparezco. No quiero que me localicen. Me escondo tan bien que ni tan siquiera yo soy capaz de encontrarme hasta pasadas unas horas.
Tú, cuando duermo, dibujas un mapa en mi cuerpo. Si no fuera por el nunca podría volver.
Espero que te sepas el mapa de memoria, porque me gusta jugar, y transformo tus sencillos dibujos en laberintos.
Eres mi capricho, y yo soy anhelo.
Nos unimos, lejos.
Caminamos por los bosques como salvajes, dejándonos guiar por las migas de pan. Y, siempre que pasamos por aquel lugar, veo que con las prisas se me ha olvidado ponerme la cabeza.
Será que contigo no me preocupo de mis problemas, que no quiero peso sobre mis espaldas.
Por la noche, da el toque de queda y tu, amablemente, me acompañas a mi casa. Mientras, miro por la ventanilla pensando en ese mapa que has dibujado. Recorro sus parajes hasta encontrar la salida, antes de que cruce mi portal.
Al día siguiente todo es igual, hasta que vuelva a verte.
¡Mira qué hora es, y yo sin ponerme la cabeza!
7/5/10
Latidos vacíos
El paciente con carencia de corazón ha vuelto hoy a la consulta.
Lleva viniendo desde hace prácticamente un mes, una vez por semana. Cada consulta viene a ser más o menos la misma historia: viene, se sienta y me dice:
- Doctor, soy incapaz de sentir.
- Sentir… ¿el qué? ¿El dolor?
- No, de sentir sentimientos. ¡Creo que me he quedado sin corazón!
- Eso es técnicamente imposible, si no tuviera, usted ya estaría muerta.
Acto seguido le pido que se tumbe para auscultarla. Y como si de magia negra se tratara, sus palabras resultan ser reales. No se oye ni un triste eco de su corazón. Parece que ha desaparecido.
- ¿Lo ve doctor? No se oye nada, mi corazón ha enmudecido…
- …o quizá se lo han robado, ¿está usted enamorada?
- ¡No! Ya le he dicho que soy incapaz de sentir nada.
Siempre le he recetado ver películas sentimentales, o de miedo, para ver si muestra algún síntoma, pero los resultados nunca han sido satisfactorios.
Hoy la situación ha sido distinta. Parece que le han curado.
- ¡Doctor! Llevo un par de días oyendo a mi corazón suspirar.
- Es una gran noticia, ¿sabe a qué se puede deber?
- Convulsiona cada vez que ve aparecer a otro corazón, uno que ocupará su lugar.
Nos despedimos, pero sé que nos volveremos a ver muy pronto para hacer un puzle.
Lleva viniendo desde hace prácticamente un mes, una vez por semana. Cada consulta viene a ser más o menos la misma historia: viene, se sienta y me dice:
- Doctor, soy incapaz de sentir.
- Sentir… ¿el qué? ¿El dolor?
- No, de sentir sentimientos. ¡Creo que me he quedado sin corazón!
- Eso es técnicamente imposible, si no tuviera, usted ya estaría muerta.
Acto seguido le pido que se tumbe para auscultarla. Y como si de magia negra se tratara, sus palabras resultan ser reales. No se oye ni un triste eco de su corazón. Parece que ha desaparecido.
- ¿Lo ve doctor? No se oye nada, mi corazón ha enmudecido…
- …o quizá se lo han robado, ¿está usted enamorada?
- ¡No! Ya le he dicho que soy incapaz de sentir nada.
Siempre le he recetado ver películas sentimentales, o de miedo, para ver si muestra algún síntoma, pero los resultados nunca han sido satisfactorios.
Hoy la situación ha sido distinta. Parece que le han curado.
- ¡Doctor! Llevo un par de días oyendo a mi corazón suspirar.
- Es una gran noticia, ¿sabe a qué se puede deber?
- Convulsiona cada vez que ve aparecer a otro corazón, uno que ocupará su lugar.
Nos despedimos, pero sé que nos volveremos a ver muy pronto para hacer un puzle.
1/5/10
27/4/10
Si el mundo es tu enemigo, únete a él.
Me gustaría ser capaz de clonarme.
Mantener una conversación conmigo misma, ser igual de sincera, y si se puede, incluso más. Ser capaz de no callarme lo que siento.
Quitarle las telarañas a los sentimientos.
Al sentimiento.
Y ponérselas a la imaginación, a la ilusión.
Desenterrar las ganas de luchar.
Me gustaría ser capaz de clonarme, y verme.
La expresión de mi cara, de mis ojos…de mis palabras.
¿Qué es lo que hago esperando a que tú reacciones igual?
¿Qué te pasa, clon mío?
Mírame a los ojos mientras te hablo. Vamos, que hay confianza.
Mantener una conversación conmigo misma, ser igual de sincera, y si se puede, incluso más. Ser capaz de no callarme lo que siento.
Quitarle las telarañas a los sentimientos.
Al sentimiento.
Y ponérselas a la imaginación, a la ilusión.
Desenterrar las ganas de luchar.
Me gustaría ser capaz de clonarme, y verme.
La expresión de mi cara, de mis ojos…de mis palabras.
¿Qué es lo que hago esperando a que tú reacciones igual?
¿Qué te pasa, clon mío?
Mírame a los ojos mientras te hablo. Vamos, que hay confianza.
20/4/10
Las calles del abismo
El mismo camino de siempre, escuchando la música de siempre.
Esperando con encontrarme con la chica colombiana en sentido contrario, con el padre y sus hijitos chinos, el gato que está en el portal tramando algo, – o simplemente esperando la llegada de alguien- ver que me están esperando porque, de nuevo, llego tarde.
Es una rutina matutina que no cambiaría por nada, pero, sin saber cómo, a veces puede ser totalmente distinta.
He seguido viendo a las mismas personas – y al mismo gato – pero la diferencia no estaba en ellos, sino en mí.
Vacía, hueca…algo me faltaba. Algo en mí necesitaba ser satisfecho. Mi alma sentía soledad, sentía a la muerte. ¡Es tan difícil de explicar!
Me sentía sola en mi rutina.
Me siento sola sabiendo que no lo estoy. ¿Qué no tengo que tanto me falta…?
Pero, de nuevo, ese corto trayecto, se tuvo que volver normal. Ver que me esperaban y caminar hasta llegar al final.
No tengo tiempo para pensar en vacíos.
9/4/10
Me encanta mentir porque adoro la verdad
Me mienten, y no hay cosa que me guste más en este mundo que eso. Es algo que respeto mucho.
Me gusta que jueguen conmigo, que me mareen y que me hagan sufrir. El ser utilizada como un juguete me hace sentir algo importante.
No siento gratitud por nada, pero siempre doy las gracias, pues creo que hay que decirlo porque no queda claro “corporalmente”.
Soy la simpatía en persona cuando me lo propongo, pero siempre con un gesto triste en la cara contrarrestada con una mirada feliz.
No soy para nada sutil, y mucho menos ingeniosa.
Detesto que me pidan cosas, porque odio compartir…eso significa que no cuentan conmigo.
Me gusta ser tan tranquila. Odio cantar.
No soy capaz de controlar, en muchas ocasiones, cuando estar bien y mal…eso me agrada.
Ironía…no hay peor cosa que eso en el mundo.
Y todo esto porque…
¿Por qué porqué?
Porque me gusta contradecirme y hablarme con mentiras.
Me gusta que jueguen conmigo, que me mareen y que me hagan sufrir. El ser utilizada como un juguete me hace sentir algo importante.
No siento gratitud por nada, pero siempre doy las gracias, pues creo que hay que decirlo porque no queda claro “corporalmente”.
Soy la simpatía en persona cuando me lo propongo, pero siempre con un gesto triste en la cara contrarrestada con una mirada feliz.
No soy para nada sutil, y mucho menos ingeniosa.
Detesto que me pidan cosas, porque odio compartir…eso significa que no cuentan conmigo.
Me gusta ser tan tranquila. Odio cantar.
No soy capaz de controlar, en muchas ocasiones, cuando estar bien y mal…eso me agrada.
Ironía…no hay peor cosa que eso en el mundo.
Y todo esto porque…
¿Por qué porqué?
Porque me gusta contradecirme y hablarme con mentiras.
3/4/10
Nadando en lo abstracto
He llenado la bañera hasta arriba, y sin cerrar el grifo, me he metido dentro.
La música sonaba a mi voluntad, pero he querido dejar de oír, de ver y de padecer. Me he hundido en ese mar de miseria mientras escuchaba el grifo como la llenaba más aún.
El agua fluir, mi corazón palpitar, mi sangre correr. La música se ha ahogado a la vez que mis latidos.
Ahora no siento nada malo. Todas esas cosas han quedado en la superficie, pues tienen la cualidad de ahogarse o estropearse si se mojan. Me miran.
He seguido bajo el agua, sin observarlos – aunque siento que me vigilan.
Olvidándolos…
Una tranquilidad de la que no saldría, si no fuera por tener que respirar…y oír que sigo viva, sentir la música al compás de mis latidos, recordar que estoy en ese lugar y en ese momento y que los problemas no se van por desaparecer un par de minutos del mundo.
La música sonaba a mi voluntad, pero he querido dejar de oír, de ver y de padecer. Me he hundido en ese mar de miseria mientras escuchaba el grifo como la llenaba más aún.
El agua fluir, mi corazón palpitar, mi sangre correr. La música se ha ahogado a la vez que mis latidos.
Ahora no siento nada malo. Todas esas cosas han quedado en la superficie, pues tienen la cualidad de ahogarse o estropearse si se mojan. Me miran.
He seguido bajo el agua, sin observarlos – aunque siento que me vigilan.
Olvidándolos…
Una tranquilidad de la que no saldría, si no fuera por tener que respirar…y oír que sigo viva, sentir la música al compás de mis latidos, recordar que estoy en ese lugar y en ese momento y que los problemas no se van por desaparecer un par de minutos del mundo.
29/3/10
Personas al gusto
- Hola
- Buenas noches, veo que como siempre esperas al último momento para venir a comprar.
- Sí, el doctor me recomienda una dieta a base de constancia para ver si esto cambia.
- ¡Vaya! A mi hermana le mandaron un poco de felicidad, pero se quejaba de que era muy agria, espero que tengas más suerte.
- Sí, bueno…gracias. A lo que venía.
- ¡Ay sí! Perdona, ¿qué necesitas?
Saco la lista, es bastante larga.
- Ponme…5 kg de voluntad, 350 gr de realidad, una pizca de “sin vergüenza”, 2kg de felicidad verdadera y…
Tras varios minutos, ya había acabado de pedir. Pago.
- Mucha suerte, ¡espero no volver a verte!
- Gracias, igualmente.
- Buenas noches, veo que como siempre esperas al último momento para venir a comprar.
- Sí, el doctor me recomienda una dieta a base de constancia para ver si esto cambia.
- ¡Vaya! A mi hermana le mandaron un poco de felicidad, pero se quejaba de que era muy agria, espero que tengas más suerte.
- Sí, bueno…gracias. A lo que venía.
- ¡Ay sí! Perdona, ¿qué necesitas?
Saco la lista, es bastante larga.
- Ponme…5 kg de voluntad, 350 gr de realidad, una pizca de “sin vergüenza”, 2kg de felicidad verdadera y…
Tras varios minutos, ya había acabado de pedir. Pago.
- Mucha suerte, ¡espero no volver a verte!
- Gracias, igualmente.
11/3/10
Almas
Soy todo lo que temes, el "yo" que ocultas, el miedo a reconocerte en otro cuerpo, la seguridad de lo incierto.
Soy la parte de tu sujeto que te predica por dentro.
Soy lo que no deseas alcanzar sin alcanzarte primero.
Aun no refiriéndome a mi, al hablar de ti, hablo de los dos.
Soy la parte de tu sujeto que te predica por dentro.
Soy lo que no deseas alcanzar sin alcanzarte primero.
Aun no refiriéndome a mi, al hablar de ti, hablo de los dos.
20/2/10
Trasfondo
Se extrañaron al verla llorar. No sabían que podría haber pasado, y no se atrevían a preguntar.
Simplemente, ella las abrazó. Las saludó como si su estado fuera el de siempre y sugirió partir hacia donde debían.
Una de ellas la paró y se atrevió a preguntar si todo iba bien. Ella, con una amplia sonrisa empañada, les respondió: “perfectamente, como siempre.”
Nada, absolutamente nada, es verdad. La vida no es más que un cuento.
Simplemente, ella las abrazó. Las saludó como si su estado fuera el de siempre y sugirió partir hacia donde debían.
Una de ellas la paró y se atrevió a preguntar si todo iba bien. Ella, con una amplia sonrisa empañada, les respondió: “perfectamente, como siempre.”
Nada, absolutamente nada, es verdad. La vida no es más que un cuento.
16/2/10
Luces, cámara...telón.
Mientras mantengo el pie en el escenario, os observo en vuestros pequeños teatrillos callejeros.
No soy actriz con un guión escrito por una quimera. No actúo delante de mis espectadores, aunque estos sobreactúan el amor ante mí.
Lo que sale al escenario no es más que la parte más alegre de mi ser, con grandes dosis de heroína…
Perdón, ironía.
Encarcelo mi parte más seria, tranquila, serena y vieja para mi. Soy una egoísta conmigo misma.
Yo soy mi prisión, la que pone los límites; pero jamás se los pondré al pensamiento. Nunca callaré mi verdad.
No soy actriz con un guión escrito por una quimera. No actúo delante de mis espectadores, aunque estos sobreactúan el amor ante mí.
Lo que sale al escenario no es más que la parte más alegre de mi ser, con grandes dosis de heroína…
Perdón, ironía.
Encarcelo mi parte más seria, tranquila, serena y vieja para mi. Soy una egoísta conmigo misma.
Yo soy mi prisión, la que pone los límites; pero jamás se los pondré al pensamiento. Nunca callaré mi verdad.
31/1/10
En cada trozo de cristal [no] aparece tu reflejo
Dejaré de reír si me apetece.
Dejaré de pensar si no hace falta.
Dejaré de soñar si no estoy dormida.
Dejaré de sentir si...
Recuerdo todos los momentos que esta isla a presenciado.
Recuerdo lo que tus ojos vieron a la vez que los míos. Lo que sentimos, lo que hablamos, lo que prometiste y lo que pediste. Lo recuerdo exactamente todo y mentiría si dijera que no lo echo de menos. Volvería a mentir si dijera que no te quiero...
Pero no mentiré al decir que me produce rabia hasta el propio sentimiento.
No mentiré si te digo que te quiero a rabiar.
Dejaré de pensar si no hace falta.
Dejaré de soñar si no estoy dormida.
Dejaré de sentir si...
Recuerdo todos los momentos que esta isla a presenciado.
Recuerdo lo que tus ojos vieron a la vez que los míos. Lo que sentimos, lo que hablamos, lo que prometiste y lo que pediste. Lo recuerdo exactamente todo y mentiría si dijera que no lo echo de menos. Volvería a mentir si dijera que no te quiero...
Pero no mentiré al decir que me produce rabia hasta el propio sentimiento.
No mentiré si te digo que te quiero a rabiar.
18/1/10
Danzantes preguntas sin respuesta en la bella esfera azul deteriorada.
En esta canción que llamamos vida, cuántos minutos dura el siempre y cuántas horas dura el nunca.
En la vida, que entretenemos con canciones, cuántas mentiras se han contado y cuántas verdades quedarán por ocultar.
Esqueléticas bailarinas entretendrán al curioso, hipnotizando su cordura, calmando su sed. Engañarán al tiempo con baratas operaciones estéticas. ¿Cuánto durará tu alma? Quizá viajes entre siempre y jamás, siempre con una cara perfecta, y jamás con un alma esbelta.
En la vida, que entretenemos con canciones, cuántas mentiras se han contado y cuántas verdades quedarán por ocultar.
Esqueléticas bailarinas entretendrán al curioso, hipnotizando su cordura, calmando su sed. Engañarán al tiempo con baratas operaciones estéticas. ¿Cuánto durará tu alma? Quizá viajes entre siempre y jamás, siempre con una cara perfecta, y jamás con un alma esbelta.
8/1/10
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